El Ruido

El Ruido

"La contaminación acústica es el conjunto de estímulos que llegan al ser humano, mediante el sentido del oído. Es causada por el ruido, un sonido no deseado y contaminante.
La intensidad de los ruidos, se mide por unas unidades llamadas decibelios, cuya abreviatura es dB. El límite de tolerancia en los seres humanos, es aproximadamente 60 dB, y en mayor o menor grado se sufre daño, cuando la intensidad excede los 80 dB y cuando sobrepasa los 175 dB, provoca la muerte.

El ruido excesivo produce fatiga auditiva, que consiste en la percepción auditiva ("del oído") temporal, después de un ruido. Las personas que trabajan en ambientes ruidosos, sufren una disminución de la capacidad auditiva, llamada sordera neurosensual.
Se ha comprobado que el ruido produce efectos dañinos en el sistema respiratorio, pues se reduce el volumen de aire inspirado, por lo que disminuye la cantidad de oxígeno que penetra al cuerpo y con ello la respiración celular.

El ruido causa hiperactividad en el sistema nervioso autónomo, sube los niveles de colesterol, aumenta la presión arterial por vaso constricción u desencadena el síndrome de estrés, causante de serias enfermedades, como neurosis, afecciones al corazón y produce enfermedades en el sistema digestivo, como úlceras y cáncer." (Por Dina Ortega Vincenzi)
El tratamiento del ruido ("conjunto de fenómenos vibratorios aéreos que, percibidos por el sistema auditivo, puede originar molestias o lesiones de oído", según los especialistas) como un contaminante ha adolecido desde siempre de muchas lagunas legales.
La primera declaración internacional que contempló las consecuencias del ruido se remonta a 1972, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió catalogarlo genéricamente como un tipo más de contaminación. Siete años después, la Conferencia de Estocolmo clasificaba al ruido como un contaminante específico.

El ruido actúa a través del órgano del oído sobre los sistemas nerviosos central y autónomo. Cuando el estímulo sobrepasa determinados límites, se produce sordera y efectos patológicos en ambos sistemas, tanto instantáneos como diferidos. A niveles mucho menores, el ruido produce malestar y dificulta o impide la atención, la comunicación, la concentración, el descanso y el sueño. La reiteración de estas situaciones puede ocasionar estados crónicos de nerviosismo y estrés lo que, a su vez, lleva a trastornos psicofísicos, enfermedades cardiovasculares y alteraciones del sistema inmunitario.
La disminución del rendimiento escolar o profesional, los accidentes laborales o de tráfico, ciertas conductas antisociales, la tendencia al abandono de las ciudades, la pérdida de valor de los inmuebles y un largo etcétera son algunas de las consecuencias. No es casualidad que los países y regiones menos desarrolladas sean también los más ruidosos.

En nuestro país es un gran problema el ruido que se causa por los vehículos donde no hay una prohibición de parte del gobierno para evitar que los autos tengan bazucas en sus escapes o en algunos casos sirenias que solo le difieren a las patrullas o ambulancias.
Al igual que causan muchas consecuencias sobre la salud de las personas expuestas al ruido Las personas afectadas hablan de intranquilidad, inquietud, desasosiego, depresión, desamparo, ansiedad o rabia. Todo ello contrasta con la definición de "salud" dada por la Organización Mundial de la Salud: "Un estado de completo bienestar físico, mental y social, no la mera ausencia de enfermedad".

SARAHÍ MORALES